Tierra de dinosaurios, cocodriliformes y otra fauna
primitiva, así era en el pasado la actual Guadalajara.
En la provincia se encuentra la formación geológica
Arenas de Utrillas en la que varios investigadores han descubierto restos
fósiles de vertebrados continentales, muy escasos en el registro fósil del
Cenomaniense, un intervalo del Cretácico Superior (hace unos 96 millones de años).
En el nuevo yacimiento de Algora han aparecido huesos de
diversos animales prehistóricos.
“Además de plantas, invertebrados e icnofósiles, se han
identificado peces (entre ellos, Stromerichthys), tortugas (Solemydidae
y Pan-Pleurodira), cocodriliformes (Neosuchia) y dinosaurios (Carcharodontosauridae)”,
informa a SINC Fernando Barroso, coautor del estudio e investigador en el
Departamento de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid.
Además de plantas, invertebrados e icnofósiles, se han
identificado peces, tortugas, cocodriliformes y dinosaurios
Según el trabajo que se ha publicado ahora en Cretaceous
Research, el yacimiento proporciona nuevos datos sobre la composición y
distribución de faunas en Europa suroccidental durante el Cenomaniense, “un
intervalo del Cretácico Superior con escaso registro de vertebrados
continentales”, detalla Barroso.
Para el científico, la presencia de animales de orígenes
tan variados “permite confirmar el establecimiento de conexiones
paleogeográficas directas a través de la Península Ibérica entre Europa y
África durante el citado intervalo temporal”, concreta.
Hace poco menos de 100 millones de años, el suroeste del
continente europeo formaba un archipiélago en el que se han conservado pocos
yacimientos. El de Algora está en una localización “muy favorable”, a lo que se
añade una fauna con una influencia notable de los animales procedentes de
Gondwana, un bloque continental del que surgieron África, Sudamérica,
Australia, Indostán –subcontinente indio–, la isla de Madagascar y la
Antártida, al separarse el supercontinente Pangea.
“En Algora hubo sin duda una confluencia de taxones con
afinidades de Laurasia (el bloque continental del que surgieron América del
Norte, Siberia, Eurasia y China, entre otros) y Gondwana”, subraya el trabajo.
Dinosaurios americanos y cocodrilos africanos
Entre huellas fosilizadas, fragmentos de madera, restos
de bivalvos –similares a los hallados al sureste de Marruecos y Egipto– y otros
organismos, Algora reúne caparazones fragmentados de dos grupos de tortugas.
Uno de ellos surgió hace unos 135 millones de años y se asigna a los primeros
identificados en Europa.
Pero otros reptiles, como los cocodriliformes,
compartieron hábitat con las tortugas, unos animales cuyos restos son muy
escasos en Europa. En Algora los paleontólogos encontraron diversos fragmentos
de huesos y dientes, que destacan por su semejanza con los restos hallados en
Kem Kem (sureste de Marruecos). Sin embargo, por la práctica ausencia de
fósiles en el continente, el hallazgo de más huesos en el nuevo yacimiento
sería “digno de atención”, señalan los autores.
Además de restos de reptiles, los investigadores hallaron
tres dientes bien conservados de terópodos Carcharodontosauridae,
también conocidos como ‘lagartos con dientes de tiburón’, que vivieron hace
entre 154 y 90 millones de años. Estos terópodos eran muy comunes en
Norteamérica hace unos 108 millones de años.
En Europa ,donde pudieron dispersarse desde África,
hasta ahora solo se habían encontrado otros dientes de estos dinosaurios en
Asturias y Charentes (suroeste de Francia), pero los de Algora son
“compatibles” y parecen ser del mismo tipo que los restos del sur de Francia.
“Se espera descubrir más fósiles completos para confirmar la presencia de estos
dinosaurios en Asturias”, revela el estudio.
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