domingo, 30 de septiembre de 2012

DESCUBRIMIENTO DE UN YACIMIENTO PALEONTOLÓGICO EN GUADALAJRA

Tierra de dinosaurios, cocodriliformes y otra fauna primitiva, así era en el pasado la actual Guadalajara.
En la provincia se encuentra la formación geológica Arenas de Utrillas en la que varios investigadores han descubierto restos fósiles de vertebrados continentales, muy escasos en el registro fósil del Cenomaniense, un intervalo del Cretácico Superior (hace unos 96 millones de años).
En el nuevo yacimiento de Algora han aparecido huesos de diversos animales prehistóricos.
“Además de plantas, invertebrados e icnofósiles, se han identificado peces (entre ellos, Stromerichthys), tortugas (Solemydidae y Pan-Pleurodira), cocodriliformes (Neosuchia) y dinosaurios (Carcharodontosauridae)”, informa a SINC Fernando Barroso, coautor del estudio e investigador en el Departamento de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid.
Además de plantas, invertebrados e icnofósiles, se han identificado peces, tortugas, cocodriliformes y dinosaurios
Según el trabajo que se ha publicado ahora en Cretaceous Research, el yacimiento proporciona nuevos datos sobre la composición y distribución de faunas en Europa suroccidental durante el Cenomaniense, “un intervalo del Cretácico Superior con escaso registro de vertebrados continentales”, detalla Barroso.
Para el científico, la presencia de animales de orígenes tan variados “permite confirmar el establecimiento de conexiones paleogeográficas directas a través de la Península Ibérica entre Europa y África durante el citado intervalo temporal”, concreta.
Hace poco menos de 100 millones de años, el suroeste del continente europeo formaba un archipiélago en el que se han conservado pocos yacimientos. El de Algora está en una localización “muy favorable”, a lo que se añade una fauna con una influencia notable de los animales procedentes de Gondwana, un bloque continental del que surgieron África, Sudamérica, Australia, Indostán –subcontinente indio–, la isla de Madagascar y la Antártida, al separarse el supercontinente Pangea.
“En Algora hubo sin duda una confluencia de taxones con afinidades de Laurasia (el bloque continental del que surgieron América del Norte, Siberia, Eurasia y China, entre otros) y Gondwana”, subraya el trabajo.
Dinosaurios americanos y cocodrilos africanos
Entre huellas fosilizadas, fragmentos de madera, restos de bivalvos –similares a los hallados al sureste de Marruecos y Egipto– y otros organismos, Algora reúne caparazones fragmentados de dos grupos de tortugas. Uno de ellos surgió hace unos 135 millones de años y se asigna a los primeros identificados en Europa.
Pero otros reptiles, como los cocodriliformes, compartieron hábitat con las tortugas, unos animales cuyos restos son muy escasos en Europa. En Algora los paleontólogos encontraron diversos fragmentos de huesos y dientes, que destacan por su semejanza con los restos hallados en Kem Kem (sureste de Marruecos). Sin embargo, por la práctica ausencia de fósiles en el continente, el hallazgo de más huesos en el nuevo yacimiento sería “digno de atención”, señalan los autores.
Además de restos de reptiles, los investigadores hallaron tres dientes bien conservados de terópodos Carcharodontosauridae, también conocidos como ‘lagartos con dientes de tiburón’, que vivieron hace entre 154 y 90 millones de años. Estos terópodos eran muy comunes en Norteamérica hace unos 108 millones de años.
En Europa ,donde pudieron dispersarse desde África, hasta ahora solo se habían encontrado otros dientes de estos dinosaurios en Asturias y Charentes (suroeste de Francia), pero los de Algora son “compatibles” y parecen ser del mismo tipo que los restos del sur de Francia. “Se espera descubrir más fósiles completos para confirmar la presencia de estos dinosaurios en Asturias”, revela el estudio.

LOS JEFES SUFREN MENOS ESTRÉS


A pesar de la carga de responsabilidades que suele estar ligada al rol del jefe, un estudio de tres universidades estadounidenses afirma que este cargo no está asociado con niveles altos de estrés.
El estudio publicado por las universidades de Harvard, California y Standford en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) afirma que, a pesar de la percepción común de que los jefes tienen mayores niveles de estrés que sus subordinados, los altos cargos poseen niveles más bajos de cortisol –conocida como la hormona del estrés– y menos ansiedad.
El equipo de Jennifer Lerner, autora principal del artículo e investigadora de la Universidad de Harvard, realizó dos estudios para probar los niveles de estrés de los líderes en comparación con las personas de menor categoría profesional.
En primer lugar, los científicos administraron cuestionarios de autoevaluación de ansiedad y posteriormente se midieron los niveles de cortisol. En esta primera fase se analizó la saliva de 65 personas que no eran jefes y que provenían de un grupo mixto de diversas profesiones.
Por su parte, los 148 jefes que participaron en esta parte del estudio fueron en su mayoría reclutados de un programa de la Universidad de Harvard orientado a la educación ejecutiva gubernamental de militares y funcionarios de alto rango.
 “Los líderes registraron menores niveles de cortisol y de ansiedad en comparación con los que no lo eran, sin importar edad, género y etnia”, aseguran.
A continuación, los autores determinaron si los jefes que ocupaban puestos más poderosos y que tenían niveles más bajos de cortisol presentaban una ansiedad mayor que los líderes de niveles más bajos.
Una vez más, los autores encontraron que los líderes de las posiciones más poderosas mostraron menos estrés. “Nuestros resultados sugieren que los niveles de liderazgo podrían estar inversamente ligados al estrés”, concluyeron.

sábado, 29 de septiembre de 2012

HIPOTESIS SOBRE EL ORIGEN DE LA LUNA


Existen principalmente 5 hipótesis sobre el origen de la Luna:

.    Hipótesis de fisión: Fue planteada por George Darwin en 1879. Según esta hipótesis en el origen la Luna y la Tierra eran un solo planeta, del cual debido a que este se desplazaba a gran velocidad se desprendió un fragmento que es la Luna. Se cree que la parte que se desprendió corresponde al Océano pacífico. Sin embargo, en contra a esta teoría se alega que es imposible que se desprendiese una proporción tan importante de la Tierra ya que esta debería haber rotado a una velocidad de una vuelta en 3 horas.

.    Hipótesis de captura: Esta hipótesis supone que la Luna era un astro planetesimal independiente, formado en distinto momento a la Tierra y en un lugar alejado. La Luna originalmente tenía una órbita elíptica con un afelio (punto más alejado del Sol) situado a la distancia que le separa ahora del Sol, y con un perihelio (punto más cercano al Sol) cerca del planeta Mercurio. Esta órbita se supone que fue modificada por distintos efectos gravitacionales de los planetas gigantes, que alteraron todo el sistema planetario expulsando de sus órbitas a diversos cuerpos, entre ellos, nuestro satélite. La Luna estuvo viajando durante mucho tiempo por el espacio hasta lograr aproximarse a la Tierra y de este modo fue capturada por la gravitación terrestre.

Sin embargo, cabe decir que es difícil explicar cómo sucedió la desaceleración de la Luna, necesaria para que ésta permaneciera en el campo gravitatorio terrestre.

.    Hipótesis de acreción binaria: Fue planteado por Grove Karl Gilbert en 1892 La hipótesis de la acreción binaria supone la formación al mismo tiempo tanto de la Tierra como de la Luna. A favor de esta teoría se encuentra la datación radioactiva de las rocas lunares traídas a nuestro planeta por las diversas misiones espaciales. A diferencia de la anterior hipótesis esta afirma que la Luna y la Tierra se crearon en el mismo momento, lugar y del mismo material lo que hace dudar esta hipótesis ya que poseen una densidad y composición química muy distinta.

.    Hipótesis de impacto: La cuarta de las hipótesis parece ser la preferida en la actualidad. Supone que la Luna se formó después de la colisión contra la Tierra de un cuerpo unas siete veces menor a nuestro planeta. El impacto hizo que bloques enormes de materia saltaran al espacio para posteriormente y, mediante un proceso de acreción similar al que formó los planetas rocosos próximos al Sol, generar la Luna. La teoría del impacto ha sido reproducida con ayuda de ordenadores, simulando un choque con un objeto cuyo tamaño sería equivalente al de Marte, y que, con una velocidad inferior a los 50.000 km/h, posibilitaría la formación de un satélite.


.    Hipótesis de precipitación: Esta última hipótesis sustenta que la energía que se liberó durante la formación de nuestro planeta calentó parte del material de tal modo que formo una atmósfera caliente y densa, sobretodo compuesta por vapores de metal y óxidos. Estos se fueron extendiendo alrededor del planeta y a la vez que se enfriaban formaban los granos de polvo que, una vez condensados, dieron origen a la Luna.