La obesidad es un problema cada vez más extendido entre la infancia. Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2010 había ya 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo. Ahora, un estudio publicado en la revista Public Health Nutrition ha revelado que los padres con bajo nivel educativo dan a sus hijos más alimentos relacionados con la obesidad, como aquellos que contienen grasa y azúcar.
Estos resultados provienen de un estudio internacional denominado “Identificación y prevención de los efectos sobre la salud inducidos por la dieta y el estilo de vida en niños”, con información sobre más de 14.000 niños de diferentes países europeos, entre los que se encuentra España. Tras analizar los datos, los investigadores concluyeron que los padres con un alto nivel educativo ofrecen a sus hijos una dieta más equilibrada y con productos de mayor calidad nutricional. “Las mayores diferencias entre familias de distintos niveles educativos se observaron en el consumo de frutas, verduras y bebidas azucaradas”, ha explicado a SINC Juan Miguel Fernández Alvira, uno de los autores, de la Universidad de Zaragoza.
Estos datos son importantes a la hora de desarrollar programas de promoción de una dieta equilibrada en los niños. “Los programas de prevención de la obesidad infantil a través de la promoción de unaalimentación saludable deberían abordar de manera especial y específica aquellos grupos socio-económicamente desfavorecidos, con el objetivo de minimizar las desigualdades de salud”, ha concluido Fernández Alvira.
Estos resultados provienen de un estudio internacional denominado “Identificación y prevención de los efectos sobre la salud inducidos por la dieta y el estilo de vida en niños”, con información sobre más de 14.000 niños de diferentes países europeos, entre los que se encuentra España. Tras analizar los datos, los investigadores concluyeron que los padres con un alto nivel educativo ofrecen a sus hijos una dieta más equilibrada y con productos de mayor calidad nutricional. “Las mayores diferencias entre familias de distintos niveles educativos se observaron en el consumo de frutas, verduras y bebidas azucaradas”, ha explicado a SINC Juan Miguel Fernández Alvira, uno de los autores, de la Universidad de Zaragoza.
Estos datos son importantes a la hora de desarrollar programas de promoción de una dieta equilibrada en los niños. “Los programas de prevención de la obesidad infantil a través de la promoción de unaalimentación saludable deberían abordar de manera especial y específica aquellos grupos socio-económicamente desfavorecidos, con el objetivo de minimizar las desigualdades de salud”, ha concluido Fernández Alvira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario