Los actores cada vez fuman menos en las películas, pero el alcohol sigue siendo un recurso muy utilizado en la gran pantalla, según revela un estudio realizado por el Centro Norris Cotton de Cáncer en Lebanon en New Hampshire (EE UU), que ha analizado más de 1.400 películas filmadas entre los años 1996 y 2009.
Según las conclusiones del estudio, publicado en la revista médica JAMA Pediatrics, en el análisis se han detectado en total 500 marcas de tabaco y 2.433 apariciones de marcas alcohol. Asimismo, se observa que tras el acuerdo entre las compañías tabaqueras y la administración estadounidense, que limitaba la aparición de marcas, se redujo de manera exponencial en un 7%, cada año, después se
mantuvo a un nivel de 22 por año a partir de 2006.
Por el contrario, ha habido pocos cambios en el tiempo que dedican los actores de la gran pantalla a consumir bebidas alcohólicas. De hecho, el número de escenas donde se consume alcohol en las películas calificadas para jóvenes ha subido de 80 a 145 por término medio por año.
"Estos resultados son preocupantes", ha señalado el director del Centro de Comercialización del Alcohol y la Juventud en el Hopkins Bloomberg School de Salud Pública Johns en Baltimore, David Jernigan, quien entiende que muchas películas muestran que "todas las ocasiones son ideales para tomar una copa". Y dado que las películas influyen en cuánto fuman y bebe los adolescentes, habría que tener en cuenta los resultados para evitar el abuso de alcohol a edades tempranas y sus riesgos para la salud. "Ninguna película para jóvenes debería mostrar a menores consumiendo alcohol, ni alcoholismo, ni personas que beben y conducen al mismo tiempo", concluyen los autores.
Según las conclusiones del estudio, publicado en la revista médica JAMA Pediatrics, en el análisis se han detectado en total 500 marcas de tabaco y 2.433 apariciones de marcas alcohol. Asimismo, se observa que tras el acuerdo entre las compañías tabaqueras y la administración estadounidense, que limitaba la aparición de marcas, se redujo de manera exponencial en un 7%, cada año, después se
mantuvo a un nivel de 22 por año a partir de 2006.
Por el contrario, ha habido pocos cambios en el tiempo que dedican los actores de la gran pantalla a consumir bebidas alcohólicas. De hecho, el número de escenas donde se consume alcohol en las películas calificadas para jóvenes ha subido de 80 a 145 por término medio por año.
"Estos resultados son preocupantes", ha señalado el director del Centro de Comercialización del Alcohol y la Juventud en el Hopkins Bloomberg School de Salud Pública Johns en Baltimore, David Jernigan, quien entiende que muchas películas muestran que "todas las ocasiones son ideales para tomar una copa". Y dado que las películas influyen en cuánto fuman y bebe los adolescentes, habría que tener en cuenta los resultados para evitar el abuso de alcohol a edades tempranas y sus riesgos para la salud. "Ninguna película para jóvenes debería mostrar a menores consumiendo alcohol, ni alcoholismo, ni personas que beben y conducen al mismo tiempo", concluyen los autores.