Muchos trabajos científicos han demostrado la importancia del descanso para mejorar nuestra calidad de vida y hacernos capaces de realizar con éxito las tareas cotidianas. Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de California han demostrado que la falta de sueño también nos hace ser más egocéntricos y afecta a nuestras relaciones personales.
En un primer estudio, los investigadores evaluaron la cantidad y la calidad del sueño de los participantes mediante una adaptación del cuestionario de Pittsbugh. Los voluntarios debían también elaborar una lista de cinco cosas por las que estaban agradecidos. Los resultados revelaron que, en general, las personas que dormían mejor se mostraban más agradecidas en sus relaciones con otros que aquellas que manifestaban tener problemas de sueño.
En un segundo trabajo, los científicos encontraron que las personas se sentían menos apreciadas por su pareja si esta última había dormido poco o mal. "La falta de sueño nos vuelve más egoístas, y nos hace priorizar nuestras necesidades sobre las de nuestra pareja", explica Amie Gordon, una de las autoras del estudio. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron un seguimiento de más de 60 parejas de entre 18 y 56 años que debían llevar un diario en el que anotaban la calidad de su sueño. Además, se realizaron una serie de grabaciones en las que cada pareja resolvía conflictos cotidianos.
"Las consecuencias de la falta de sueño no solo afectan a quién las padece", ha explicado Gordon en la Reunión Anual de la Sociedad de Psicología social y Personalidad que se celebra en Nueva Orlean. "Este problema afecta a la manera en la que interactuamos con otras personas y a nuestra habilidad para dar las gracias, una emoción fundamental en nuestras relaciones sociales".
En un primer estudio, los investigadores evaluaron la cantidad y la calidad del sueño de los participantes mediante una adaptación del cuestionario de Pittsbugh. Los voluntarios debían también elaborar una lista de cinco cosas por las que estaban agradecidos. Los resultados revelaron que, en general, las personas que dormían mejor se mostraban más agradecidas en sus relaciones con otros que aquellas que manifestaban tener problemas de sueño.
En un segundo trabajo, los científicos encontraron que las personas se sentían menos apreciadas por su pareja si esta última había dormido poco o mal. "La falta de sueño nos vuelve más egoístas, y nos hace priorizar nuestras necesidades sobre las de nuestra pareja", explica Amie Gordon, una de las autoras del estudio. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron un seguimiento de más de 60 parejas de entre 18 y 56 años que debían llevar un diario en el que anotaban la calidad de su sueño. Además, se realizaron una serie de grabaciones en las que cada pareja resolvía conflictos cotidianos.
"Las consecuencias de la falta de sueño no solo afectan a quién las padece", ha explicado Gordon en la Reunión Anual de la Sociedad de Psicología social y Personalidad que se celebra en Nueva Orlean. "Este problema afecta a la manera en la que interactuamos con otras personas y a nuestra habilidad para dar las gracias, una emoción fundamental en nuestras relaciones sociales".
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